Qué es una prueba de concepto y en qué consiste.

Una Prueba de concepto (o PoC) puede interpretarse de varias maneras diferentes según el área, pero una descripción general es una implementación rápida de la propuesta de valor del proveedor, demostrando que existe un vínculo con el cliente y una promesa de un modelo de negocio sostenible. Es una manera de demostrar por parte proveedor que pueden ofrecer valor real a las empresas, más allá de una slide en la que se presente la misma.

Fases principales para una correcta implementación:

Definición: Esta fase es realmente importante, ya que será la que siente las bases de la colaboración entre ambas partes. Esta es la fase que más se trabaja y tiene por objetivo sentarse con las personas relevantes de las diversas áreas del cliente, para tratar de encontrar un nexo común que una la propuesta de valor del proveedor con las necesidades del cliente. En esta fase, es clave contar con los interlocutores adecuados que servirán de guía y de canal para conseguir definir una prueba de concepto que sirva para probar la propuesta de valor del proveedor.

Alcance: Definir cuál será el impacto que tendrá la prueba de concepto servirá para poder estimar cuál será la carga de trabajo por parte del cliente y proveedor para poder ofrecer unos plazos de cara a la implementación, así como el número de clientes reales a los que se impactará, y en qué fases. Es muy importante en esta fase cuantificar de la manera más precisa posible los requisitos a alto nivel para el cliente, para implicar a las áreas correspondientes lo antes posible en el proceso de la prueba de concepto.

Objetivo: Establecer una serie de métricas clave a cumplir para poder dar por validada y terminada la prueba de concepto es clave. Este apartado, muchas veces se descuida y es lo más relevante para saber si ha sido exitosa o no. Definir una serie de métricas clave a medir y monitorizar y unos objetivos de cumplimiento de las mismas es lo que servirá tanto por parte del cliente como del proveedor para poder decir que la prueba de concepto ha sido un éxito o que es necesario pivotar o descartar futuras colaboraciones. Ser claros, realistas y fijar unas métricas alcanzables, es parte clave en el éxito de una prueba de concepto.

Expectativas: Otro apartado crítico en una prueba de concepto es gestionar las expectativas de resultados y tiempos por ambas partes.

 

Solid Stack les ofrece las siguientes pruebas de concepto:

  • Proyectos sobre telegestión de medidas (integrando contadores y concentradores eléctricos, de agua y gas) mediante nuestra plataforma IRIS.
  • Validación de contadores y concentradores según especificaciones del cliente.
  • PoC sobre la definición y organización de departamentos técnicos siguiendo nuevas pautas de la empresa, legislativas, etc.
  • Portales web específicos para el cliente.
  • Agrupamiento e integración de protocolos de comunicaciones en un único software.
  • Lecturas manuales de contadores mediante el teléfono móvil.
  • Planificación y agrupación de tareas según prioridades.
  • Software de gestión (ERP) a medida.

Con el fin de acortar los plazos de implementación, la PoC se podrá desplegar en cloud, servidores físicos, laboratorios, etc.

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